Los ácidos grasos Omega juegan un importante rol en la intercomunicación neuronal, así como un papel antiinflamatorio e inmunomodulador. Un correcto balance entre aceites omega-3 y omega-6 ha demostrado generar beneficios en la sintomatología de pacientes con trastornos bipolares. Tanto pescados de mar frío, como frutos secos (nueces, almendras, pistachos, avellanas), semillas (chía, lino) y hojas de vegetales suelen ser ricas fuentes de ácidos Omega-3. Si bien la suplementación con estos productos no puede reemplazar a los tratamientos antidepresivos, es bueno considerar la combinación de ambos tratamientos.
PLANTAS MEDICINALES, FITOTERAPIA Y FITOMEDICAMENTOS EN AMERICA LATINA
